Descartar lo perfecto y lo simétrico y aprender a valorar la decadencia y la belleza de lo efímero. El estilo Wabi-Sabi es, más que una forma de decorar, una filosofía de vida que enseña a valorar el momento y todo aquello que tenemos. ¿Quieres aprender a vivir a lo Wabi-Sabi? Empieza por el origen: tu casa.
Si el estrés te ha desbordado y has dicho basta, debes saber que la decoración de tu hogar también puede ayudarte en ese impás de llevar una vida mucho más tranquila y contemplativa. En su libro “Wabi Sabi: aprender a aceptar la imperfección”, Tomás Navarro habla, precisamente, de esta corriente como una nueva perspectiva de ver la vida, una nueva forma de pensar y procesar los estímulos exteriores en los que se aprende a aceptar la simplicidad y austeridad, la decadencia y los efectos del paso del tiempo. Navarro asegura que, a lo largo de los años, se nos ha vendido una idea de éxito, perfección y felicidad que realmente es una quimera. Lejos de la actividad frenética de la vida cotidiana, invita a encontrar motivos para sonreír y establecer una lista de prioridades propia y libre de presiones que nos permita lograr una vida más rica y serena.
Sin embargo, en esa “nueva búsqueda de la felicidad”, entran en juego factores con los que nos enfrentamos en nuestro día a día. ¿Por qué no empezar con el Wabi-Sabi desde el origen, desde nuestra casa? Porque el estilo Wabi-Sabi también es una forma de decorar. ¿Lo sabías? He aquí las claves para alcanzarlo en tu hogar.
¿Qué es el estilo Wabi-Sabi? ¿Cuál es su significado?
Wabi-Sabi (侘 寂) es, (como el estilo Japandi), un término japonés que hace referencia a la belleza de la imperfección, la impermanencia y lo degradado y/o incompleto.
Proviene del siglo XII y está compuesto por la conjunción de dos palabras: ‘Wabi’, que connota simplicidad rústica, frescura o quietud, elegancia sutil y discreta; y ‘Sabi’, deteriorarse, oxidarse, refiriéndose a la belleza o serenidad que aparece con la edad, cuando la vida del objeto y su temporalidad se ponen de manifiesto a través del desgaste, sus grietas, arrugas e imperfecciones.
“El Wabi-Sabi cultiva todo lo que es auténtico reconociendo tres sencillas realidades: nada dura, nada está completado y nada es perfecto” – Richard R. Powell.
Cómo decorar tu casa o proyecto al estilo Wabi-Sabi
Ahora que ya sabes en qué consiste esta corriente, te vamos a ayudar a implementar el estilo Wabi-Sabi en la decoración de tu casa o proyecto. Porque, si sabes cómo, este style puede adaptarse perfectamente a todos y cada uno de los espacios.
Simplicidad y austeridad
No por ser más sencillo se es menos elegante. El estilo Wabi-Sabi se basa en cultivar la sobriedad y la modestia, apostándose por una decoración basada en muy pocas piezas pero muy bien escogidas, y reduciéndose únicamente a aquello que es esencial, sin florituras ni artificios. Es como si realmente tuviese más peso aquello que no está (o no se muestra) que aquello que se ve. En este sentido, cobran gran importancia las piezas de autor, antiguas o el arte contemporáneo, valorando la unicidad espacial de cada objeto y huyendo de la frialdad de lo ostentoso y fabricado en serie. También es importante jugar con la luz, que deberá ser tenue y testimonial para dar mayor sensación de intimidad; y nunca fría, siempre cálida para lograr el acogimiento y el bienestar.
Minimalismo, sí, pero asimétrico
Como ya anticipábamos, el estilo Wabi-Sabi se acoge al minimalismo pero, ojo, al minimalismo asimétrico. Lejos deben quedar los elementos modulares y los diseños perfectos y serializados, así como se debe huir, en la medida de lo posible, de la geometría. En detrimento de este estilo que apuesta por un hogar sencillo que cumpla con las necesidades y en las que cada objeto debe contar su historia; adquieren protagonismo los muebles de formas orgánicas e imperfectas, la madera sin tratar, y los elementos estructurales que defiendan el origen mismo de la arquitectura como los techos de madera y las vigas a vista. En cuanto a los tejidos a incluir en la decoración, escapa de los sintéticos y selecciona otros más naturales como el algodón, la lana, lino, el yute, el bambú o el ratán. Del estilo rústico moderno al Wabi-Sabi con muy pocas pinceladas pero con la misma esencia auténtica y sabor a origen.
Homenaje a la naturaleza
El Wabi-Sabi es una oda a la aleatoriedad de la naturaleza, a la pureza y originalidad, a mostrarse tal y como se es. En este sentido, de lo que se trata, es de aceptar la vida tal como viene, con la decadencia insalvable, con el respeto y exaltación a las huellas del tiempo que, lejos de afear los espacios y objetos, los hacen únicos e irrepetibles.
La naturaleza es, por tanto, crucial en el diseño Wabi-Sabi a nivel de selección de materiales, donde no es extraño ver decoración fundamentada en hojas, piedras y conchas de mar, así como jarrones de cerámica, troncos y ramitas silvestres.
También vemos reflejados en el Wabi-Sabi los más bellos paisajes naturales en materia de colores, donde predominan los grises, beiges, blancos y verdes, así como los arena, los terracotta y los azules turquesa, que ponen la nota de “estridencia” sutil a toda la paleta.
Elementos sin tratar, tal y como son
El estilo Wabi-Sabi no se fija en los estándares de belleza, huyo de las modas y de lo establecido, basándose en la imperfección e impermanencia. Cada arruga es bella, como también cada grieta. Por eso, es habitual encontrar casas de estilo Wabi-Sabi con paredes y mobiliario oxidado y decapado, elementos sin pulir o llenos de pliegues y rugosidades. Porque, en el Wabi-Sabi mostrar las costuras supone una virtud y no un defecto.
Y tú qué, ¿te animas?